lunes, 10 de agosto de 2009

ESO QUE VUELA


Voy caminando por la calle y el viento despeina la melena de la gente, hace flamear echarpes, mueve las copas de los árboles. Pero allí de pronto una bolsa de nylon se alza, ha acaparado el aire dentro de sí y se eleva, se eleva. Es sorprendente. Entonces me acuerdo de una escena de la película “American Beauty”. Están dos adolescentes mirando la filmación que uno de ellos realizó. Se ve la pantalla y comienza la imagen. Al principio no es nada, es una especie de patio, pero luego el viento levanta por el aire una simple bolsa de nylon, una de esas bolsas que dan en los negocios para que transportemos la mercadería. Los adolescentes ven elevarse ese pedazo de plástico de color blanco y se emocionan, se emocionan. ¿Qué los emociona? Podría decirse que el movimiento de la vida, la vida misma. El cambio imprevisto de la vida. Si consideramos esta escena en el marco de la película adquiere mayor sentido. Toda la película con un gesto sumamente sutil, al punto de crear una mirada estética nueva, parodia el modo de vida de una clase social que se basa en la apariencia, el consumismo, la incomunicación en la familia, el descontento frente la propia existencia. Y que justamente algo descartable como una bolsa de supermercado se convierta o, mejor dicho, sea convertida en un objeto de arte gracias a la mirada de quien capturó una imagen en movimiento, dice más de lo que dice.
Esta mañana cuando el viento y yo andábamos por la calle, tengo que reconocer que la bolsa que se alzaba por el aire me subyugó. Siempre me han fascinado los seres que vuelan, sean palomas, otros pájaros, mariposas, ahora sé que representan en un plano material un nivel de la evolución o de la iluminación. En el libro “La nueva tierra” Eckhart Tolle pone como ejemplos de iluminación en el mundo material a un diamante que dejó de ser carbón para transmutarse en algo deslumbrante. Lo mismo ocurrió con otras especies que mutaron en pájaros. Algo milagroso tuvo que suceder de algún modo para que eso aconteciera. A mi terraza llegan muchos pájaros y cada vez más variados, más coloridos, debido al cambio climático y celebro esos fugaces encuentros. Claro que tengo que reconocer que esa imagen de la bolsa adquirió mayor sentido gracias a la película. La película me la iluminó. Del mismo modo que Tolle dice que en el plano material se produce una evolución equivalente a la iluminación o ascensión del espíritu humano, el arte que ha sido creado por los humanos, crea una suerte de juego de iluminación o ascensión cuando la vida nos muestra algo que nos lo recuerda. Una película, un libro, una música, un cuadro le han sumado a la experiencia vital un plus de sentido y en otras ocasiones, simplemente ha sido la puerta o el desencadenante de un proceso de cambio interior.
En todas las culturas hay seres alados que simbolizan elevación, superación del plano habitado, crecimiento, divinidad o como queramos llamarlo. A veces algo considerado un desperdicio obra el milagro. El mundo entero es un milagro con o sin viento, a pesar de los innumerables objetos de desperdicio que depositamos en él. Sólo basta con mirar, sentir, estar atentos. Y esa bolsa que repentinamente vuela tiene su correspondencia en algo que tal vez no podamos vez y que también nos está iluminando sin que una parte de nosotros lo sepa.


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1 comentario:

  1. Hermosa tu reflexión de hoy, profunda y bella.
    Yo no sé si creo en los milagros: son una manifestación de la esperanza? son los anhelos interiores que se materializan? quizás no sea más que el viento que te hace volver el rostro hacia otro lugar distinto y ver otra realidad. Me quedé pensando en el tema..
    gracias

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