domingo, 26 de abril de 2009

NUESTRA IDEA DEL MAL


Esta vez vi por televisón abierta la película alemana “La caída” que vi en cine primero y luego en cable. “La caída” muestra los últimos momentos en la vida de Hitler y se desarrolla prácticamente en el interior del bunker en el que Hitler se suicida junto a Eva Braum, convertida horas antes en su esposa. Personalmente a mí la película me fascinó por la reconstrucción de época, por la interpretación de los actores, el clima, el guión, por todo, además siento una atracción muy grande hacia la segunda guerra y el Holocausto.
Un amigo me confesó que no quiso ver esta película porque le habían contado que Hitler estaba representado como un viejito bueno. Yo no creo que sea así. Creo que se ve la faceta de Hitler privada, un hombre amable y atento con las mujeres que lo rodeaban, educado y considerado. Cuesta conciliar esta faceta de una persona que produjo un genocidio espeluznante, aberrante, incluso nos resistimos a creer que eso haya sido cierto, me refiero a la amabilidad de Hitler. La película fue hecha en base a los testimonios de quien fuera su secretaria privada, un personaje importante en la película. Esa es otra historia interesante, la secretaria que aparece al final, la de carne y hueso y no la actriz que la representa, que tenía veintipico de años cuando terminó la guerra, pasó toda su vida con un remordimiento y una falta de perdón hacia su persona por no haber visto la atrocidad en la persona de Hitler. Claro que esta es una película aparte que también vi donde ella cuenta sus experiencias, esta señora murió en el año 2002.
Volviendo a Hitler y sus facetas yo considero que precisamente el que estableciera una forma considerada y amorosa para tratar a unos y otra brutal para tratar a otros, me refiero a los judíos, gitanos y personas desvalorizadas por cuestiones raciales, muestra primero que no era una persona discapacitada emocionalmente, en ese caso podría hasta pensarse en Hitler como un discapacitado afectivo. Pero no, si Hitler conocía esa diferencia es doblemente responsable de lo que hizo en los campos de concentración y de la llamada solución final para los judíos. Esto nos lleva a nuestra personal o particular idea del mal. Pensamos que el malo es malo sin cortapisas, hemos creado entonces un esteriotipo, tenemos una imagen maniquea de la bondad y de la maldad. Porque si alguien representa el mal ese es Hitler, claro que maldad es en su base desconocimiento, del mismo modo que la violencia es el quebrantamiento de la ley del amor, la maldad es el desconocimiento de la condición humana básica. Este reduccionismo sobre la figura de Hitler es lo mismo que la cultura occidental ha hecho con la idea de la muerte; al negar la muerte como parte de la vida vivimos escapando en busca de una belleza que sólo puede ser encontrada en la integración de los opuestos. Vida y muerte son dos lados de una moneda llamada vida, es la danza de Shiva construyendo y destruyendo el mundo. La maldad no existe sin un grado de su opuesto, claro que en el caso de Hitler ese grado ha sido ínfimo pero nos permite construir a un ser completo y no a un esterotipo. Para mí este Hitler privado es un Hitler real y no lo disocio del genocida. Con su gesto de atención hacia las mujeres estaba de algún modo ofendiendo más a los que fueron sus víctimas en los campos de concentración.


Vuelo de Brujas, de Goya
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martes, 21 de abril de 2009

SALVATAJES



Hay una escena en la vida de Saint - Exupèry, el célebre autor de El principito que es aquella mítica de su casi muerte en el desierto. Sí, así es, Antoine Saint- Exupèry estuvo a punto de morir de sed en un desierto donde cayó aquel avión (hoy pensaríamos proto avión) cuando trabajaba para el gobierno francés repartiendo correo. Saint- Exupèry nos relata la emoción y el amor incondicional que sintió por aquel beduino que le acercó el primer sorbo de agua cuando ya estaba a punto de fallecer. Algo parecido relatan los muchachos uruguayos que estuvieron un mes en los Andes cuando, luego de una caminata épica, alcanzaron a ver a aquel hombre a caballo. Años después, hace poco, aquel hombre de condición humilde necesitó dinero para una operación y treinta años después los sobrevivientes de los Andes la costearon.
Recordando esta sensación de agradecimiento tan enorme que se experimenta cuando alguien en un estado de extrema dificultad rayana a la muerte nos extiende su mano, logramos explicarnos por qué Ingrid Betancur al ser rescatada por en aquel helicóptero luego haber padecido el infierno del secuestro por parte de la FAR en la selva colombiana, agradece emocionada al ejército de su país. No es que Betancur haya dejado de ser democrática para volverse militarista, este sentimiento de profundo agradecimiento va más allá de la ideología porque nos ubica en una dimensión existencial: cuando hemos pasado a esa zona difusa que nos aleja de la vida y una mano nos trae de vuelta, no podemos menos que besar esa mano, porque en medio de la nada, esa mano representa la bondad absoluta.
Hace tres o cuatro años yo tuve un accidente fenomenal. Caí al otro lado, atravesé un techo carcomido de policarbonato y quedé inconsciente durante horas en un galpón abandonado. La sensación de horror al verme en un lugar apartado y sin posibilidad de salida, envuelta en sangre y sin recordar qué había pasado unas horas antes fue revertida por la aparición de los bomberos. No voy a olvidarme nunca del tono de voz, de los brazos que me alzaron y me sacaron de allí. Lo mismo dice Saint- Exupèry de aquel beduino anónimo, un alma inolvidable. Cada vez que escucho la sirena de los bomberos, me invade el mismo sentimiento de gratitud. Ayer, justamente, esperando el colectivo, un señor se fastidió al ver pasar al ruidoso camión de bomberos diciendo que al final hacen tanto ruido y llegan tarde. Le conté mi historia y el hombre también se conmovió. Es curioso, para la mayor parte de la gente una sirena que irrumpe en el silencio es una señal de alarma, así lo atestiguan sobrevivientes de la guerra y sin irnos tan lejos, nosotros, sobrevivientes de la dictadura militar, pero ahora la sirena ha cambiado de signo para mí, entonces me pregunto cuántas cosas pueden cambiar de signo y borrar una huella en el cerebro si la experiencia reparadora es lo suficientemente intensa. Es una buena pregunta para continuar viviendo.


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jueves, 16 de abril de 2009

Facebook o la conciencia horizontalizada


Cuando comencé a formar parte de la página colectiva “Los niños del sol”, conocí a algunas personas muy interesantes, pero no pasé de la primera nota, de dos o tres intercambios. Luego con 101 me pasó que prácticamente no me relacioné con nadie. Más tarde, instigada por la moda, puse mis datos mínimos en Facebook y ahí quedé. Pero no daba pasos, apenas si respondía a las personas que me solicitaban su amistad. Con lentitud llegué por fin a subir mi foto. Y después de que supuse que una amiga a quien he conocido personalmente desde hace años, me borró porque nunca contestaba, comencé a integrarme verdaderamente. Estos sucesos y la práctica alucinante y extraña de entrar en una página donde personas con distintos intereses se mezclan, de este modo por el simple hecho de compartir amigos entramos en mundos nuevos a cada instante, me llevaron a pensar en la eficacia de Facebook para acelerar nuestro proceso de evolución de la conciencia.
Veamos: hasta ahora o hasta no hace mucho, el modo de relación ha sido de persona a persona, o de persona a grupo de personas en casos de clases, recitales, conferencias, etc. Este es un modo lineal o patriarcal de relación. Como la evolución de la conciencia humana es un fenómeno inevitable que en esta época ha entrado en una etapa de aceleración (los mayas decían que en el final de un proceso se acelera la vibración de la energía) hay señales y modos de relación humana que dan cuenta de este cambio. Uno de ellos es la preferencia por la imagen antes que por la palabra, la imagen hace trabajar el hemisferio derecho del cerebro, bastante atrofiado por siglos de primacía de la lecto-escritura. Las relaciones de poder se han ido modificando porque está cayendo el patriarcado y poco a poco se modifica el paradigma, así en vez de ser de arriba hacia abajo, de un patrón autoritario a subordinados, es de igual a igual y no en una sola dirección sino en direcciones múltiples. Asistimos a las videoconferencias, al aprendizaje de niños hacia adultos, de adultos hacia niños, de jóvenes a no tan jóvenes y viceversa. Nadie es dueño del poder, el poder está en todas partes o, en otras palabras, Dios está en todas partes. Internet es la expresión tecnológica de este proceso de cambio que se está produciendo en nuestras conciencias. Y Facebook lo concretiza. Es divertido y enriquecedor ver por ejemplo en una misma página conviviendo a jóvenes que hablan de músicos y a intelectuales de cincuenta años que reflexionan sobre la cultura, la literatura, a gente que al mismo tiempo habla de sus preferencias sobre perros, gatos y comidas. Todo está en un mismo nivel y no es, como decía nuestro eximio Enrique Santos Discépolo en el tango “la Biblia junto al calefón”, es la puesta sobre un mismo horizonte de la importancia de la vida en igualdad, de la importancia de todas las clases sociales, culturales, de diferentes edades para que nuestro cerebro se acostumbre a procesar de un modo distinto, no lineal, no jerárquico y así con el tiempo podamos despertar nuestras capacidades dormidas, nuestro inmenso poder interior.

Obra de Escher
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jueves, 9 de abril de 2009

EL AFUERA ES EL ADENTRO




Le escuché decir a Pablo, mi reflexólogo holístico: "El afuera es la propia conciencia expandida", yo lo decía de otra manera aunque significa lo mismo. Todo vino a cuento de que fueron tantos los cambios producidos por la reflexología que comencé a responder con miedo; es natural.
Una mañana al despertarme y recordar que tenía mi sesión semanal de reflexología, me asusté y en este instante se cortó la luz; suele cortarse la luz en mi barrio pero supe que iba a costar, que la energía iba a tardar en volver. Y así fue. Tuvieron que venir a romperme la vereda hasta que por fin, en la noche, regresó la corriente eléctrica. Los humanos somos campos electromagnéticos y lo que nos rodea está inmerso en ese campo, nuestros pensamientos operan sobre las energías densas y sutiles que nos involucran. Por eso Louise Hay afirma que somos respondables de las personas que están en nuestra vida así como de lo que nos pasa ya que, al igual que los planetas, atraemos todo aquello que resuena con nuestro mundo. Son sensibles a nuestro magnetismo eléctrico seres y objetos, pero los aparatos electrónicos obran en mayor consonancia. Todos tenemos muchos ejemplos, pero quizá el más emblemático en estos tiempos sea el de la computadora. La computadora es la extensión de nuestras manos, nuestros oídos y nuestros ojos y nos ha hecho seres poderosos en este mundo moderno, llegamos tan lejos, nos informamos de tantas cosas en el momento en que están ocurriendo, que cuando se descompone nuestra PC nos descomponemos nosotros mismos, o mejor dicho nosotros mismos produjimos su descompostura.
Estoy muy atenta a lo que sucede a mi alrededor, le pregunto a mi Maestro y me contesta a veces con palabras que están en mis pensamientos y otras veces con fenómenos visibles. Y ya lo sabemos: somos responsables de lo que viene a nosotros, personas o acontecimientos, ya que expresan nuestro nivel de conciencia, el estado de nuestra mente y la vibración de nuestras emociones. Suelo repetir "el afuera es el adentro", pero la frase de Pablo me gusta más. Entonces mezclando ambas frases puedo decir: "El afuera es el adentro desplegado". Existe una correspondencia entre mi interioridad y el mundo circundante. Aquí tampoco hay separación. Es un útil espejo ese mundo que nos rodea, nos muestra nuestro perfil humano, así como las fábulas y los cuentos o las películas y las novelas que son nuestras fábulas modernas, nos dan a conocer mediante simbolos el embrollo que nuestra mente no siempre logra desentrañar. Todo habla alrededor de nosotros, y nosotros, obviamente no hablamos sólo a través de palabras.

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sábado, 4 de abril de 2009

Huellas Humanas





Suelo indignarme cuando en esta versátil ciudad de Buenos Aires alguien escribe en gruesas letras con tintas indelebles sobre una pared recién pintada. Me duele, lo confieso y me hago mil preguntas: ¿Esa persona no piensa que el dueño o la dueña de la casa gastó dinero para mejorar la apariencia de su vivienda? ¡Cuánta necesidad de expresarse tiene la gente que no se detiene ante nada! ¿Sentirá culpa por dañar así al aspecto de una casa? Y reflexiones por el estilo. En la plaza de mi barrio, Villa Urquiza, recién mejorada, con plantas y bancos nuevos, con rejas muy criticadas por cierto, al monumento central lo llenaron de inscripciones. Intento leer lo que dicen y me sugierenexpresan muy pocas ideas. Pero al parecer la gente necesita decir en forma perdurable lo que necesita decir. Enseguida viene a mi cabeza la canción maravillosa de Joan Manuel Serrat “Por las paredes”. Se ve que a este Serrat de aquel iniciado post franquismo no le molestaba demasiado la falta de urbanidad; fuera de bromas sigo pensando en qué le ocurre al que queriéndose expresar afea todo lo que tenemos a la vista. La verdad es que las frases ya no son muy trascendentes que digamos. Hace poco pasé por el paredón de una iglesia que tenía un cartel en el que podía leerse lo siguiente:



Respetamos su gusto por grupos musicales,
Su pasión por un club de fútbol
Sus preferencias, gustos e ideas de todo calibre
Pero por favor no las escriba sobre esta pared.

Es curioso, amo la expresividad de la gente, pero mi educación prusiana y mi sentido de la estética, más mi defensa del espacio ajeno me ponen los pelos de punta al ver ganchos y círculos y dibujos grotescos que al menos a mí no me sugieren nada. Claro que suelen aparecer paredes maravillosas con verdaderas obras plásticas, allí no hay palabras sino un trabajo estético impresionante, y curiosamente estos trabajos artísticos que me he dedicado a fotografiar no son realizados en viviendas ocupadas ni en paredes relucientes sino en muros o paredones viejos, de modo que le dan un sello personal a la ciudad y la embellecen. Hablo de esas inscripciones hechas rápidamente que al final producen el efecto de una agresión.


Hace unos días me ocurrió algo gracioso. Resulta que Edenor, la compañía privada de electricidad, tuvo que romper mi vereda, primero encontré sobre mi destartalada vereda que el gobierno de la ciudad debe embaldosas de nuevo, unas inscripciones rojas de lo más misteriosas y pensé en la gente que anda haciendo sus estropicios sobre las paredes y me dije: “Qué suerte que dibujó sobre mi vereda rasposa y no sobre mi pared pintada”. Ese día estuve sin energía eléctrica desde la mañana. Así que cuando empezaron los golpes pude asociar las letras rojas con el arreglo y suspiré para mis adentros. Bueno, los obreros dejaron el barrial acostumbrado y tuve que hacer varios llamados telefónicos para que vinieran a poner su pulcra capita de cemento hasta que el gobierno municipal restaurara mi ya consabida maltrecha vereda. Sabemos que el cemento tarda en secar. Pues bien, yo iba a espiar ese secado a cada rato, no tenía más que asomarme por la puerta de entrada para hacerlo. ¿Pero qué veo? Alguien había escrito sobre el cemento fresco unas palabras que no quiero recordar al lado de un corazoncito. ¡Para qué! Salí con una palita a ver si podía alisar otra vez el cemento y borrar las inscripciones. Lo logré malamente. Luego al asomarme otra vez descubrí que había marcas de zapatillas a pesar de que los obreros habían puesto soportes con cintas indicando que eso debía secarse. Salí a la calle y le hablé al aire:
-¿Cómo es que no ven esto? ¿No notan que se está secando? ¿Por qué pisan?
Pasaban señoras con perritos y algunos hombres que no me contestaron. O no se dieron por aludidos o mi tono de voz era demasiado increpante. También alcancé a estirar un poco el cemento. Unas horas más tarde veo marcas profundas de otros pies, de otros tamaños en ambas direcciones-. Hice el mismo procedimiento. Pero luego encontré nuevamente palabras escritas con un nombre firmándolas. Ah, si yo hubiera agarrado infraganti a ese tal Lucas. La cuestión era que se trataba del cuento de nunca acabar. Me fui a dormir aquella noche pensando en lo ridículo de mi actitud y en que tampoco era tan importante, creo que mi dolor por tanta inscripción ciudadana se corporizó en lo que ocurría frente a mi puerta en mi estropeada vereda.
Sin embargo me quedé pensando en la necesidad de la gente de expresar y recordé la fuerte propensión que hay entre los jóvenes de tatuarse el cuerpo. Esto es muy significativo, si la casa es una segunda piel, la piel del cuerpo ¿qué es? Es lo visible a los ojos de los otros. Algo está necesitando la gente decir y quiere ser escuchada. En esas marcas que las personas inscriben en su cuerpo está la alarma frente a una sociedad que todo lo masifica, al tatuarse intentar dejar una señal, intenta decirnos que son personas con ideas y sentimientos y no máquinas para un sistema que pretende igualarlo todo. Significativamente hay una tendencia mundial a quitarle a las marcas de los productos su signo de status social, de supremacía. Si reflexionamos un poco notaremos que en este sistema las marcas son la cara visible del modelo capitalista organiza alrededor del poder monetario y sustentado por la compra venta de artículos de consumo. Con la tan mentada crisis actual hay una búsqueda de las llamadas marcas blancas, menos costosas e igualmente eficientes. Sabemos que un producto se encarece por su costo en publicidad, publicidad que a fuerza de ser repetida frente a nuestros ojos y oídos nos quiere decir que ese artículo por conocido es bueno. Resulta gracioso, al comprarlo pagamos la publicidad que fue un proceso de programación mental que nos hicieron. Me he enterado que al menos aquí en la Argentina muchos productos son los mismos, sólo tienen envoltorios y marquillas diferentes. Lógico, al ver la marquilla que la TV y la radio y los carteles nos dijeron que eran buenas, pagamos gustosos, pero nunca sabemos bien lo que compramos. Estamos comprando una idea, una ilusión. Estamos comprando una identidad social. Pensando en todo esto me dije que esos tatuajes en los cuerpos de los jóvenes intentan comunicarnos que no quieren masificarse, que son individuos originales, y algo de eso hay detrás de los garabatos que a mi juicio afean las paredes. Tal vez estamos demasiado cansados de esta proliferación de signos en las ciudades, sufrimos la llamada contaminación visual, pero algo importante se dice detrás de lo que se dice y su significado merece ser visto y oído.

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jueves, 2 de abril de 2009

CYNTHIA GRINFELD: UN COMPROMISO CON LA CREATIVIDAD Y EL AMOR A LA VIDA





Tuve el gusto de conocer a Cynthia Grinfeld a través de este blog. Luego visité su página y finalmente su casa, que queda cerca de la mía, a escasas cuadras. Realmente Cynthia es una persona excepcional que transmite su entusiasmo por todo lo que la rodea, tiene una gran pasión por el conocimiento y en su sentido de la espiritualidad está muy ligado al contacto humano. Se me ocurrió que podía resultar interesante que también otras personas entraran en su mundo y tuvieran la oportunidad de conocer su trabajo. De modo que le hice un breve reportaje que sigue a continuación:

Irma: Sos artista plástica y a la vez trabajás con la palabra en distintos planos. ¿De qué manera los relacionás entre sí?

Cynthia: Yo creo en la plasticidad de la palabra. Creo en su volumen. De manera que tomo a la palabra como un mundo en sí misma. En esta polidimensionalidad que le atribuyo, destaco su vibración en el aire, como una manifestación visible de energía. Desde este lugar, creo que las imágenes se corporalizan dando al lenguaje de la imaginación, la oportunidad de ser percibido por otros sentidos.
En tanto sostengo que somos seres relacionales y que por esta condición, tenemos vínculos con los otros, la naturaleza, el universo y nosotros mismos, amo a la palabra como eje central de toda conversación.
Es decir que la palabra es una suerte de punto también, por donde pasan infinitas líneas, tal es nuestro planeta, visto desde otra perspectiva.



Irma: ¿Cómo surge tu interés en vincular arte y espiritualidad?

Cynthia: Una concepción de arte vacía de espiritualidad, es como pensar en un nihilismo tal, que por sus mismas características no podría vivir, ni mucho menos trascender.
Siento el espíritu de los grandes Maestros, en su vasta conexión con lo divino que los habita. No imagino a Miguel Ángel, Bach, Mozart o Da Vinci, pudiendo transmitir su señal, sin espiritualidad.
Yo pienso que en el siglo XXI, las personas tienen que cuestionarse muchísimo sobre el tema, para abrir su sensibilidad al aprendizaje de nuevas formas de vida y convivencia planetaria.
La creatividad, es espíritu vivo. Curiosidad y cambio en un continuo fluir.
Creo que el arte es una fantasía en constante evolución.



Irma: ¿Cuáles son los talleres cursos y actividades que estás desarrollando actualmente?

Cynthia: En la actualidad estoy trabajando mucho sobre el vínculo entre cuerpo-emoción y lenguaje de manera integral. Los talleres están enfocados a distintas posibilidades que favorecen el deseo de expresión que hoy tienen todas las personas.
Hay quienes prefieren recorrer un camino de autoconocimiento a través del taller literario. Otras lo sienten desde la plástica. Hay quienes participan de otra manera en el taller de Inteligencia Emocional, y otras se vuelcan al de Arte Terapia.
Sustancialmente, lo que busco desarrollar en los participantes es la toma de conciencia de quienes están siendo en este aquí y ahora, y quienes desean ser.


Irma: ¿Qué clase de observaciones podrías realizar sobre lo que ocurre en tus talleres?

Cynthia: Lo primero que me surge es agradecimiento. A borbotones. Porque sostengo que todos aprendemos de todos. Valoro y me siento privilegiada de recibir a mis alumnos, quienes con total generosidad, vienen y comparten sus vivencias y conocimientos. Sus dudas, su energía puesta en el afán de un crecimiento conjunto como seres humanos, despertando al artista que cada uno lleva dentro de sí.
Parafraseando a José Ingenieros, se vuelven los artífices de su propio existir, y creo en lo bueno que eso trae para cada uno y el entorno. Una serena responsabilidad consecuencial con cada elección que se hace o se deja de hacer.


Irma: ¿Qué aspectos privilegiás al pensar sus reuniones o clases?

Cynthia: Pongo el énfasis en que cada uno es único e irrepetible. Por eso privilegio al espacio que cada uno ocupa. Sostengo que hay que tener la humildad de saber que somos muy pequeños, pero que sin la existencia de cada uno de nosotros, todo sería diferente. Privilegio la creatividad como mecanismo de transformación.
Privilegio la expresividad, como la libertad que cada uno se da para tratarse amorosamente y legitimizar al prójimo del mismo modo.


Irma: ¿Qué podrías comentar sobre los resultados o transformaciones que detectás en tus talleristas y en también en vos misma desde tu rol de coordinadora?

Cynthia: Yo digo que los procesos llevan tiempo. Nuestra capacidad de síntesis se ha visto frustrada en esta moda actual de inmediatez, en donde se inhibe la capacidad de ver, de tener una observación precisa. Para poder crear, hay que poder ver y en este sentido, la vida ofrece posibilidades extraordinarias. La mayor transformación la veo, cuando nos embarcamos en procesos de aprendizaje y nos damos el tiempo para transitarlo amorosamente. Es algo que tenemos en común los talleristas y yo misma desde mi rol de coordinadora y creadora de cada uno de estos espacios.


Luego de finalizado el reportaje, le propuse a Cynthia que me transcribiera un texto con sus horarios de taller y actividades y ahí va lo que me envió:

“ El mundo me pertenece, como yo le pertenezco a él reinventándome, y creando conexiones en un profundo lazo de amor desde el artista que habita en mí. El verdadero aprendizaje llega a la esencia de lo que significa ser humano. Mediante el aprendizaje nos re-creamos y nos volvemos capaces de realizar lo que nunca antes pudimos hacer.

Lo que ofrezco son 3 talleres y Conversaciones de Coaching.

Talleres y Conversaciones de Coaching

Hay dos modalidades en las que trabajo. Los talleres y las conversaciones de coaching.
Las conversaciones son de uno a uno, lo que se llama Life Coaching en donde el consultante o coachee, viene a plantear una situación que no puede resolver y para la que necesita la ayuda de un otro, que sea idóneo y experto consejero pedagógico, en el sentido de aprendizaje, para que lo asista en el hallazgo de sus propios recursos y en la posibilidad de generar nuevas herramientas, para lograr lo que desea, sea en el plano que sea que se elija tratar. Lo personal, familiar, laboral, social, etc.

Esta actividad se articula con la otra que practico coordinando talleres. Los que ofrezco son:

Literario---------------------Viernes de 20.00 a 22.00 hs.
Int. Emocional--------------Jueves 18.00 a 20.00 hs.
Arte Terapia----------------Viernes de 18,00 a 19,30 hs.
Literario para --------------Miércoles de 15.30 a 17.30 hs.
Adultos Mayores “

Cynthia Grinfeld tel: 4521 -2373 y cel.: 155 119 3110
Artista Plástica - Coach Profesional - Acompañante Terapéutica
Arte Terapeuta
http://grantallercynthiagrinfeld.blogspot.com/
http://www.cynthiagrinfeld.com.ar/

"La única manera de vivir bien es desde el lugar de la amorosidad de cada uno"
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